Diario de un cura rural

"No creo hacer nada malo anotando aquí, cada día, con total sinceridad, los humildes e insignificantes secretos de una vida sin misterio”

Con esta frase inicia esta película de Robert Bresson, quien nos narra a través de su dirección la historia de un joven sacerdote quien lleno de entusiasmo y alegría llega a un pequeño pueblo de la Francia rural para hacerse cargo de la parroquia del lugar, la primera para este cura.

Su entusiasmo poco a poco se va desvanenciendo ya que para desgracia suya la gente lo ve con indiferencia e incluso con con desprecio, lo cual le provoca una crisis de Fe; siente que es una penitencia por la cual debe atravesar aún sin saber exactamente los motivos, incluso la gente adinerada es parte de ese círculo de desprecio, quienes se sienten soberbios tan sólo con dirigirle la palabra. Su tormento se fortifica al padecer una enfermedad que no le permite tolerar los alimentos.

A lo largo de la película podemos percatarnos del excelente uso de la voz en off que hace la función de narrador, es posible leer con claridad los escritos de los sucesos que interesan al cura acompañados de tomas cercanas de su rostro, esto definitivamente le dá un énfasis mayor a los hechos y nos involucra de forma más profunda, logrando que nos identifiquemos plenamente con el personaje principal.

En lo particular me siento gratamente sorprendido por el uso de estos elementos narrativos en lenguaje cinematográfico, pues es algo que para la época (esta película es de 1950) no hubiera pensado que ya se utilizara con esta fluidez, todo se siente perfectamente ejecutado, los personajes son creíbles y las actuaciones sobresalientes destacando las del cura (por razones obvias) y las de la Condesa del pueblo y Seraphita, una pequeña niña que acude a las clases de catecismo y que parece ser la única persona que en realidad comprende y respeta al sacerdote.

Vale la pena aclarar que a pesar de lo que pudiera pensarse no es una película de corte religioso que pretenda evangelizar, es por completo un relato magnífico, lleno de una profindidad que mueve a la reflexión a prácticamente todos sus personajes. Este película puede que a las nuevas generaciones no les resulte atractiva ya que por ser filmada en blanco y negro y tener 58 años de haber sido realizada sean incentivos poco alentadores para ellos; no obstante les pido de forma atenta mis gentiles lectores le den una oportunidad, pues hablamos de una obra magistral, sin duda de lo mejor que hizo Robert Bresson.



Para los lectores que radiquen en México y estén interesados en conseguirla esta película pertenece a la colección Criterion que es un pack de películas de directores reconocidos, pueden conseguirla en librerías Gandhi o en las tiendas Mix up.

Comentarios

David Cotos ha dicho que…
La película es realmente conmovedora.

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